La ofrenda en la iglesia tiene múltiples significados y propósitos. A continuación, se presentan algunas de las razones más comunes por las que se fomenta la práctica de ofrendar en la iglesia:
Acto de adoración y gratitud: Ofrecer es una forma de adorar a Dios y mostrar gratitud por las bendiciones recibidas. En la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento, se menciona que el acto de dar es una expresión de reconocimiento hacia Dios como el proveedor de todas las cosas.
Sostén de la iglesia: Las ofrendas ayudan a cubrir los gastos operativos de la iglesia, tales como el mantenimiento del edificio, los gastos eléctricos y servicio de agua, los programas de evangelización, las actividades comunitarias y las misiones.
Ayuda a los necesitados: En nuestra iglesia se utiliza parte de las ofrendas para apoyar a los miembros de la comunidad que están en necesidad, así como para financiar programas de ayuda social, tanto a nivel municipal como nacional.
Obediencia bíblica: En la Biblia, en el Nuevo Testamento, se exhorta a los creyentes a dar. Por ejemplo, en 2 Corintios 9:7 se menciona que cada uno debe dar según haya decidido en su corazón; con esto aclaramos que no es una imposición a los amigos y creyentes.
Fomento de una actitud generosa: Ofrecer tus ofrendas en el templo promueve una actitud de generosidad y desapego de los bienes materiales, lo cual es un valor importante en la vida cristiana. Dar ayuda a los creyentes a confiar más en Dios y menos en sus posesiones materiales.
Participación en la obra de Dios: Mediante la ofrenda, los creyentes tienen la oportunidad de ser partícipes en la obra de Dios en la tierra. Contribuir con sus recursos permite a la iglesia llevar a cabo su misión de predicar el evangelio y extender el reino de Dios.