Inconverso:
- Se refiere a una persona que no ha experimentado un cambio de corazón, arrepentimiento, o decisión de seguir a Cristo (Juan 3:3-7). Es decir, no ha "nacido de nuevo".
- El término enfatiza el estado de no haber respondido todavía al evangelio, sin connotaciones explícitas de maldad o rechazo activo..
- En la Biblia, "impío" tiene una connotación más fuerte, describiendo a aquellos que rechazan deliberadamente a Dios, viven en desobediencia activa o exhiben actitudes contrarias a Su voluntad (Salmos 1:5, Romanos 1:18-32).
- Aunque la palabra puede parecer dura, en su contexto bíblico tiene el propósito de describir actitudes y conductas opuestas a la justicia divina.
Importancia de ser cuidadosos con los términos
El impacto de las palabras:
- El lenguaje puede construir puentes o levantar barreras. Palabras como "inconverso" o "impío", aunque bíblicamente válidas, pueden parecer juzgadoras si no se usan en el espíritu correcto.
- Jesús modeló un enfoque amoroso y sensible hacia los demás, como en Su trato con la mujer samaritana (Juan 4:1-26) y Zaqueo (Lucas 19:1-10), donde evitó términos ofensivos y enfocó Su mensaje en el llamado al arrepentimiento.
Evitar conflictos innecesarios:
- En 2 Timoteo 2:23-25, Pablo advierte contra las discusiones inútiles, instruyendo a los creyentes a ser amables, aptos para enseñar y pacientes.
- Crear conflicto a través de un lenguaje que perciba exclusión, crítica o superioridad puede desviar el enfoque de la misión de predicar el evangelio.
Nuestra misión: reconciliación:
- La misión cristiana no es marginar, sino reconciliar. Pablo nos recuerda en 2 Corintios 5:18-20 que somos "embajadores de Cristo" llamados a invitar a otros a la reconciliación con Dios.
- Este mandato implica un enfoque lleno de gracia y amor, reconociendo que todos somos pecadores que necesitamos la gracia de Dios (Romanos 3:23-24).
Cómo abordar con respeto a quienes no comparten la fe
Con compasión y humildad:
- Reconocer que nuestra propia salvación es un regalo inmerecido (Efesios 2:8-9) nos ayuda a evitar actitudes de superioridad.
- Hablar desde la experiencia personal y testimonio puede ser más efectivo que etiquetas o juicios.
Usar lenguaje inclusivo y amable:
- En vez de términos que puedan sonar peyorativos, optar por hablar de "amigos", "personas que aún no conocen a Cristo" o "buscadores de la verdad". Esto refleja el amor de Cristo y abre el diálogo.
Centrarse en Cristo, no en el defecto humano:
- Jesús presentó el evangelio destacando Su identidad y Su promesa, no solo los errores de la gente (Juan 14:6). Este enfoque positivo es inspirador y transforma corazones.
Actuar con sabiduría:
- Colosenses 4:5-6 aconseja actuar "con sabiduría para con los de afuera", con palabras sazonadas con gracia. Esto requiere un espíritu cuidadoso y guiado por el Espíritu Santo para discernir cuándo y cómo hablar.